Cómo funciona el Blockchain en educación
Por Juan Gabriel Gomila Salas, profesor invitado al MUII y CEO de frogames.es.
Sin duda alguna, durante estos últimos años hay dos palabras que hemos introducido en nuestro argot y con las que nos sentimos muy familiarizados: procrastinar y blockchain. Si bien la primera la hemos asociado a la gran cantidad de horas que perdemos ante las redes sociales, tareas aburridas o a esperar que nos contesten un mensaje para poder proceder con una tarea (cosa que antes del COVID se arreglaba tomando un café rápido), la segunda la hemos asociado al dinero, a la economía y a la inversión. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Una cadena de bloques o blockchain es una tecnología que nace en los años 90 a raíz de unos correos electrónicos enviados entre varias personas donde se propone una metodología para guardar la información en bloques. Cada uno de ellos llevaría una firma electrónica única generada a partir de ese contenido (lo que comúnmente se conoce como hash) que fuera fácil y rápida de generar a partir del contenido, pero imposible de falsificar o de modificar haciendo un pequeño cambio. Esto se conoce como el efecto avalancha, donde al generar con un algoritmo como el SHA 256 la firma de un bloque a partir del texto que contiene se obtiene una cadena de 64 caracteres hexadecimales única, y de manera que un simple cambio en un espacio en blanco, un acento o un punto final adicional provoca que el hash cambie drásticamente.
La palabra cadena en la expresión blockchain surgiría justo porque cada nuevo bloque tendría que añadir el hash del bloque inmediatamente anterior generándose así una especie de cadena de bloques. Aquí aparecería el concepto de seguridad: si cada bloque tiene que contener el hash del bloque anterior, el vínculo entre los bloques es tan fuerte que es imposible falsificar el contenido de cualquiera de los bloques de la cadena, convirtiéndose así en un libro mayor inmutable por motivo doble: por un lado, porque un cambio en el contenido cambiaría el hash del bloque, pero también porque todo hash es incorporado al bloque siguiente, obligando a una validación adicional para garantizar que un bloque va después de otro.
Si todo esto parece ya seguro de por sí, para garantizar que el sistema no se ejecuta en una sola máquina dando el control a un único usuario o empresa (como ocurre muchas veces con los titanes de la era actual como Google, Facebook o Amazon, que son amos y señores de todos los registros que poseen), esa copia completa de la cadena de bloques se almacena de forma distribuida, en una red P2P donde cada máquina tiene una copia completa de la cadena y cada nueva inserción en la cadena de bloques debe ser validada por el resto de nodos de la red, de los que al menos el 50% deben estar de acuerdo en la nueva validación, de modo que no podemos simplemente hackear una de las máquinas, ya que el resto de ellas negarían añadir el nuevo nodo a la red.
La tecnología se ha asociado al dinero y la economía porque, por un lado, la información que va dentro de cada bloque suele ser una transacción económica en criptomonedas, y además porque cada vez que uno de estos nodos es minado, el minero (ordenador de la red P2P antes comentada) recibe un beneficio económico en forma de criptomoneda. Sin embargo, este es un concepto muy específico y que deja tras de sí el motivo real de la tecnología que hay detrás: en un bloque puede ir cualquier tipo de información.
¿Qué es una Certificación Blockchain?
Si la información que guardáramos dentro del bloque fueran asignaturas superadas, notas, créditos obtenidos, trabajos presentados… tendríamos una blockchain cuya función sería la de validar y certificar objetivos académicos.
A título de ejemplo, los estudiantes que se inscriben en los cursos ofrecidos por Frogames Formación (https://cursos.frogamesformacion.com) y completan un curso, una temática, un nivel o una ruta, tendrán su recompensa adicional no en formato PDF (y por tanto falsificable) si no en forma de certificación blockchain (con el dibujo de una insignia que refleja la dificultad y temática con un sistema de colores y ranitas dibujadas en su interior). De esta forma, a través de una certificación digital validada por Blockchain, los estudiantes podrán asegurar la veracidad de las evaluaciones y títulos que han obtenido, pudiendo agregar valor a su currículum al añadir esta insignia a su perfil de Linkedin.
Esta Certificación Blockchain es por tanto una validación consensuada por los nodos que garantiza que la información aportada será resguardada en su inmutabilidad y su integridad gracias al sistema descentralizado por el que los datos navegan. Así, este asiento certifica que una obra determinada con un contenido determinado ha sido realizada en una fecha específica, verificando su autoría en caso de disputa.
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Con más de 500.000 estudiantes alrededor del mundo y certificaciones blockchain avaladas por la empresa certificadora Accredible, esta firma no solo garantiza la calidad de sus contenidos, sino también la posibilidad de acceder a Certificados Blockchain en educación para quienes hayan completado un curso con éxito.
Realizar una formación a través de esta plataforma es una alternativa ideal para aumentar las posibilidades de acceder al mercado laboral, ya que los recruiters podrán acceder a los certificados y validar el emisor, el receptor y sus habilidades recién aprendidas gracias al uso de la tecnología blockchain.